Bitácora de Aurora Pimentel Igea. Crónicas de la vida diaria, lecturas y cine, campo y lo que pasa. Relatos y cuentos de vez en cuando.

lunes, 17 de mayo de 2010

La reserva y yo






Yo quería ser reservista. Se me ocurrió el pasado mes de noviembre en casa de Rose y Alfonso, en Jaca. Vino un amigo suyo militar y su novia. No sé, empezamos a hablar y de repente me contaron lo de la reserva y vi el cielo abierto. A ver, siempre he creído que la defensa (como la política y otras cosas) corresponde a todos. Me gusta la participación de verdad, la práctica, la de remangarse. Por otro lado, las campañas institucionales del ejército me parecen de pena, las de publicidad y todo eso. Si yo fuera Marruecos nos invadía inmediatamente con esos soldados de los carteles y anuncios abrazando niños y con cara de buenos. Por eso pasó lo de Perejil, estoy convencida.

Bueno, el caso es que me dijeron que uno puede ayudar para lo que sirve, desde lo que es uno profesionalmente, un mes de formación o así y luego te llaman cada x tiempo. No se cobra, claro. No es por el dinero, naturalmente, es por el honor que es servir a tu país y todo eso y porque me gusta estar activa en lo que sea. En fin, que me apeteció un montón, y además de comer como una bruta en el Pirineo y ver románico, volví a Madrid todavía más contenta y anuncié a mi familia en pleno que me iba a hacer reservista, ea.

Mi madre ya está acostumbrada y no dijo ni mu; mi sobrina, 12 años, pensó que me iba a ir a Afganistán y le dio mucha pena; mi sobrino y ahijado Javier, de 9 (pretendiente de las hijas de Jesús Cotta, si Dios quiere) me miró con un poco más de respeto, tampoco excesivamente; y mis hermanos, Paco y Juan, se rieron de mí, como siempre hacen. “Pero Aurora, ¿reservista tú?, si no puedes matar ni a una mosca…” “No es cierto, dado el caso estoy segura que podría hacerlo con una frialdad extrema, pero además, perdonad, a mi me van a llamar para lo de la inteligencia…”.

Nos enzarzamos en una discusión, claro, pero no me pudieron quitar la idea. Hace una semana convocaron las plazas y mandé una solicitud para una cita, todo ilusionadísima, como siempre. Había unos puestos estupendos relacionados con comunicación institucional, “Joé, vaya suerte que tengo”. Aclaro que no he cursado periodismo, aunque he trabajado quince años años en comunicación de empresas y organizaciones. Como el inglés: trabajo y doy clases en dicha lengua, traduzco libros y los adapto, escribo y leo en dicha lengua, pero título, no tengo más que el First o algo así que me saqué a los diez años, creo.

Total, me levanto hoy muy animada porque había pedido cita a primera hora, a las 8 y algo. Si hay que morir por la patria se muere, pero temprano (que tontería es esa de morirse al mediodía, nada, yo la primera). Naturalmente, pese al entusiasmo, lo que me muero es de sueño –este fin de semana he dormido poquito- y llego 10 minutos tarde. Me pasan un cuestionario de salud, luego un test psicológico donde parece ser que he dado aceptable pero que era muy lento al principio, ¿a qué tanta instrucción para contestar en una escala 1 a 5 y decirte que no pienses mucho la respuesta? Como si alguien se parase a pensar las respuestas. Pero luego han venido los títulos. Y ahí mi gozo en un pozo.


-No puede solicitar Vd. esas plazas. No tiene la titulación correcta…


-Oiga, pero los cursos de doctorado que hice son de Ciencias de la Información, la tesina, el dea, he trabajado desde el 95 en esto, mire, mire, las referencias, y he traducido "Liderazgo y capital moral" -prometo que se lo he dicho-, vea, vea…”


Nada. Impasible. Incorruptible. Inamovible. Tenía que ir de reservista a algo de derecho, que sólo de pensarlo me muero porque no sé nada, es como si me preguntan los reyes godos, ni me acuerdo de la carrera que cursé hace ya veinticinco años.

He salido muy triste, con el ánimo francamente bajo. Ni mi patria me necesita ya, ni el ejército me quiere. Pero se me ha pasado rápido, porque he ido a ver a Rose luego, he desayunado una tosta muy grande con sobreasada, he pasado por la Casa del Libro (siempre sin visa en estos tiempos), he llegado a casa y he preparado clases intensamente. Después me he echado una siesta. Y a mí todas esas cosas me quitan las penas. En fin, Carmen Chacón, tú te lo pierdes. Yo estaba muy dispuesta a hacer algo por mi patria.

28 comentarios:

Sue dijo...

Yo quise ser misionera, pero cuando descubrí que tenía que llevar allá donde fuera la palabra de un dios en el que no creía, dejé de querer.
Las milicias no me atraen, al menos en general, aunque me gusta que ayuden. No que maten.

Tu tranquila, seguro que sí te quieren y que te rechazaron porque eras demasiado para ellos. Ya sabes que una mujer inteligente y valiente suele dar miedo.

Un saludo.

Rocío Márquez dijo...

Yo es que a eso de las milicias el único encanto que le encuentro es conducir esos cacharros enormes y echarse en la cara la pintura negra esa de camuflaje con los dedos (bueno y olvidarte de la depilación y terminar pareciendote al legionario Gabriel de Los Morancos)
Chorradas aparte, tú sigue con el inglés que, aunque andamos las del gremio siempre boqueronas a fin de mes, es más relajado, al menos en teoría.
Un beso, Aurora.

José Miguel Domínguez Leal dijo...

A sus órdenes, mi capitana. Ciertamente la Chacón ha perdido mucho contigo; yo ni siquiera sabía que eso se pudiera hacer, digo, lo de alistarse en la reserva, aunque yo como hice la Prestación Social Sustitutoria en su día...
Un fuerte y marcial abrazo.
P.S.: Lo del románico me ha dado mucha envidia.

Olga Bernad dijo...

Amos, y yo con el móvil olvidado en el trabajo, ag;-)
Estaba sufriendo porque lo de reservista... me pasa como a tu sobrino, que me parece que te pueden reclamar para Afganistán en cualquier momento. Pero me ha parecido fatal esa cerrazón titulítica por parte del ejército, estoy en contra.
En fin, tal vez lo que pasa es que tu patria no es del todo de este mundo, querida Aurora, duquesa.
Un abrazo.

lolo dijo...

Juasjuasjuassss... y más juas.
Sí, realmente la Chacón se lo pierde.
Pero te queda la cabra de la Legión, la sobrasada y la Casa del Libro. Y muchas más cosas que te esperan, en inglés o en español. Eso ya no lo sabemos.

Esta entrada me gusta.

Máster en nubes dijo...

Sue, bienvenida, te entiendo, lo de ser misionera sin creer en Dios debe de ser complicado. Hacer el bien en cualquier caso se puede hacer sin Dios y sin misión, me parece, así que da igual lo que seas.

Respecto a la milicia, yo creo que una ONG es una ONG y un ejército un ejército. Matar a un ser humano creo que no le gusta a nadie, salvo que seas un sádico, pero la defensa es la defensa de un territorio o lo que sea. No mola, pero es necesaria y la vida mancha siempre: si enciendo la luz contamino, si me como un pez lo mato antes, etc., etc. La libertad cuesta siepre, como la democracia, no hay nada gratis, nada bueno que no cueste esfuerzo y pagar un precio, creo.

Te agradezco mucho tus ánimos, la verdad, y el halago, pero no es ni por demasiado, que no es el caso, ni por ser mujer. El tema de los títulos es el que es, para hombres y mujeres. De discriminada, nada. No siempre cuando no nos quieren es por discriminación o por injusticias.

Pues eso, otro no que nos dan que es muy bueno en esta vida. Te sienta mal, te ríes luego y a otra cosa, fuera.

Un beso

Máster en nubes dijo...

Mira, Rocío, es que yo iba a ir para la inteligencia ;-), no para la pista americana esa, que anda que no has visto películas tú.

Lo de la depilación no había caído, aunque tengo serias dudas que una mujer no se depile ni estando en el ejército, llevamos como un chip dentro (salvo que seas alemana o extranjera).

Seguiré con el inglés y hasta agradecida... porque creo que tenía que pasar luego un examen físico, joé, y ahí no doy la talla seguro. Imagínate alegando "no, mire, es que yo hago yoga" y el tío pidiendote x flexiones... Ay, madre, si al final va a ser bueno que no me hayan cogido...

Un abrazo

Máster en nubes dijo...

JM, sé que me entiendes aunque seas de la Prestación Social Sustitutoria. No era por mandar, era por servir, te lo prometo. Pero ya digo que un no o muchos noes vienen estupendamente. Me he reído pero me ha costado.

Máster en nubes dijo...

Olga, ha sonado como que no tengo dónde reclinar la cabeza, muy bonito y muy evangélico, ¿eh?, pero vamos, este mundo me gusta una barbaridad sea mi patria o Irlanda.

Oye... ¿Y si lo intento en la Guardia Civil... o, mejor, en el cuerpo de bomberos? ... ;-) Ya te he dicho por teléfono que la primavera es muy mala incluso con lumbago, ay de verdad, no se me ocurre cosa buena...

Máster en nubes dijo...

Lolo, la cabra de la Legión es total, es un símbolo precioso, y me dijo mi amigo el militar ¡que la iban a quitar! No sé, pensarán que la cabra sufre cuando está encantada desfilando, ole, tan contenta, al paso de legionario ese... Me recuerda la cabra a alguien y ahora no caigo... Que Dios te oiga en lo que me espera y que sea bueno. Por hoy, cierro, y por la semana, me encierro con la novela.

Irenka A. dijo...

Toda esa publicidad del ejercito... todas esas campañas... ¿No las hacen porque, precisamente, HACE FALTA GENTE? Hace tiempo escuché que la defensa española carece de personal y que son encesarias más incorporaciones... ¿Y te rechazan, precisamente a tí? Así funciona este país. Entre tener un titulo y papeles llenos de información que no dicen absolutamente nada y las verdaderas cualificaciones de la persona nacidas de la experiencia y la verdadera motivación personal (que mueve montañas); la balanza se inclina por la brocracia y los papeles vacíos. Que pena. Me hubiera encantado verte vestida de uniforme...

Un beso

Irenka A. dijo...

Por cierto, sé que no es comparable, pero, hablando de rechazos, una vez no me dejaron donar sangre: porque claro, como soy europea puede que tenga el sindrome de las vacas locas y no me haya enterado en todo este tiempo... Esa fue una razón de peso, y lo demás tonterías.

Olga Bernad dijo...

Por Dios, no me digas que a la cabra de la Legión tampoco la van a dejar en paz; y lo harán por su presunto bien, ya verás. Yo he sido poco de milicias, pero cuando la tontería se estira tanto... También estoy convencida de que se lo pasa bomba desfilando, no hay más que verla. Ya se podían poner a legislar las tiendas de ropa de marca para perros, que eso es humillarlos psicológicamente, por eso se vuelven anorexicos y cosas de esas. Sólo se van a permitir los animales para que hagan de perrillos falderos de gente con pasta, que los llevan a peluqueros y esteticistas y psicólogos que los atiborran de pastillas y nadie dice ni champán. Qué barbaridad. La legión sin cabra...

Suso dijo...

No te imagino en las fuerzas armadas. Te veo pasando al lado de un Generalazo gordo y con bigotes, y que no le saludas al pasar junto a él.

El tío, mosca, se gira y te dice

-¡Soldada Pimentel,salude!

Y tú

- ¡Buenos días mi General!

Y el otro, más mosca todavía se toca los galones con el dedo índice y te grita

- ¿PERO NO VE USTED LAS ESTRELLAS,SOLDADA?

Y vas tú y le contestas muy convencida

-¡¡¡HOLA,CIELO!!!

enrique dijo...

Yo, de hecho, tenía que haber sido militar. Es una de las cosas que más me gustan. Pero claro, leyendo desde el cómodo sofá de mi casa. Aunque en la mili lo pasé bien, no se yo si las incomodidades y traslados me hubieran encantado...

Llevo bastante tiempo dándole vueltas a hacerme reservista voluntario.
Me da cierta pereza, más después de leerte.
No se yo...

enrique dijo...

Por cierto, ¿la instrucción no se hace en San Fernando, provincia de Cádiz?

Miguel Baquero dijo...

Yo hice la mili en su día y ya quedé saturado para los restos, aunque es cierto que a veces en los cuarteles y haciendo maniobras pasas buenos ratillos de camaradería y tal... Eres joven todo te hace gracia, en fin, se sobrelleva... Pero ahora, sinceramente, a estas alturas, tener que ponerme firmes y marcar el paso a las ordenes de un brigada... como que no.

Máster en nubes dijo...

Irene ¡ya sé quién eres! Joé, vergúenza, una alumna que lee sin parar y escribe -además de hacer el máster en la EOI- ¡va y entra en mi blog! Muchas gracias, guapa, me hace MUCHA ilusión. Gracias por el cuento que me has mandado, tenemos que hablar de literatura, no de stakeholders ;-). Os echo de menos ;-)

Máster en nubes dijo...

Y por cierto, lo de la donación de sangre me ha hecho gracia. Bueno, si te paras a pensar en el papel que te hacen rellenar te preguntan también si llevas semillas o cosas de esas, y en Inglaterra meter un perro es como meter un animal peligroso, tiene que ir más vacunado y limpio que una persona ;-)

Máster en nubes dijo...

La cabra es un símbolo fundamental, como lo es el lápiz de labios (ahora ya me matan) (a parte del carnero de Aries ... que dice mucho ejem ejem ejem) ¿qué tal los bronquios? el lumbago sigue, qué pena de cuerpos, que diría Lina Morgan ;-) En fin, aquí tengo a la Virgen del Pilar en plan technicolor, chica, vamos ;-), que parece entre almodovariana y de toda la vida ;-), tu chico promete, no sé qué, pero algo promete...

Máster en nubes dijo...

mira que eres, Suso, y luego le hago un tapete de ganchillo o la funda de Cetme en patchwork ¿no? anda, que ya te vale, un abrazo.

Máster en nubes dijo...

Enrique, te pega mucho, inténtalo, yo es que de derecho yo quiero hacer nada, pero plazas hay y es muy itneresante. Creo que la instrucción se hace dependiendo de si las plazas son de aire, tierra o la navy en un sitio u otro, pero ya como me dijeron que no tiré los papeles en plan dramático;-). A ver si te crees que yo quería ser reservista por irme a veranear ;-) a la playa, por Dios, solo me guía el amor a la patria...

Máster en nubes dijo...

Miguel, las plazas de reservistas no van de eso, es trabajo en oficina. La formación incluirá algo, pero no es largo. En cualquier caso una cosa es hacer por obligación las cosas y otras porque quieres.

Que conste que no me gusta que me manden, no sé, a lo mejor al final no iba a ser una buena reservista y resulta que este no es mejor para mí, aunque me haya costado... A veces pasa.

Sue dijo...

Sigo pensando que una mujer inteligente y valiente suele dar miedo.

Irenka A. dijo...

jajajaja sí, creo que no era muy dificil adivinar quién soy ;)
Y claro, leyendoo tanto... ¡Cómo no voy a leer tu blog! Es a mí a quien me hace ilusión que nos alegres los días con todas estas cosas maravillosas que escribes... y sí, claro, hay que olvidarse un poquito de tanto csr report... definitivamente deberiamos tener charlas literarias... ;)
Me alegro que te gustara el relato: Tengo otro fantástico que te mandaré un día de estos.

Un beso enorme teacher!!!!

PD: Con el uniforme militar hubieras sido como michelle pfeifer en mentes peligrosas

Máster en nubes dijo...

Sue, te veo muy guapa de verde en el perfil ;-), has cambiado de foto... muy bonita la de ahora, pareces como de película francesa ...

El miedo es libre, eso sí... (y a la vez es lo menos libre de todo ;-) pero ¿quién no siente miedo por algo, por o de alguien... o peor, de uno mismo? Es el peor el último, cuando te temes a ti mismo...

Máster en nubes dijo...

Dear Irene,

I should be correcting and not writing ;-) pero una alumna que lee Jane Eyre y luego Madame de Bovary y luego me manda un cuento de Carver y luego... en fin, es irresistible, tengo que pasarte un libro que dice que las mujeres que leen son peligrosas ;-)

Estoy dando vueltas a una cosa, quizá te guste... Es un proyecto que llevo pensando hace casi un año al menos, Reading at hospitals, me lo dijeron en la Paz, no es libros solo, es la lectura en voz alta, y no es niños, es adutlos.. y no solo en hospitales. No sé, como a mi me gusta que me lean en voz alta (debe de ser algo infantil que se me ha quedado ahí)... he estado dando vueltas. Ya te cuento.

Irenka A. dijo...

Me parece una idea genial!! ¿No hay una empresa que se decica a "hacer el payaso"? Definitivamente cuenta conmigo si decides llevarlo adelante... a todo el mundo le gusta que le lean... ¡aunque sea para sentir que alguien te presta atencion! ¡En serio, me encanta la iniciativa!